GENTE LOCA

La nueva movilidad ecológica de Europa: menos vuelos nacionales, ahora se viaja en tren

Aunque Europa es hoy uno de los lugares menos contaminantes del planeta, aún queda mucho por hacer para cambiar nuestro estilo de vida de forma verdaderamente ecológica. Afortunadamente, la prosperidad económica de la que goza el Continente permite a la gente centrarse en estos aspectos mucho más que en otros lugares.

La tendencia de los últimos años, que comenzó gracias a la iniciativa "Flight shame" en 2018, es reducir los vuelos nacionales, prefiriendo en su lugar otras formas más ecológicas de viajar, como el tren o car sharing. De hecho, los vuelos de corta distancia dentro de las fronteras nacionales son una forma terriblemente contaminante de viajar, por lo que los europeos buscan otras soluciones.

Muchos países, al leer las estadísticas, están poniendo en marcha incentivos y ya se observan cambios significativos de comportamiento. De hecho, en la mayoría de los Estados europeos ya se observa una notable disminución de los vuelos nacionales en comparación con el pasado. Con todo ello, el Viejo Continente sigue confirmándose como el lugar perfecto para que las políticas activas verdes funcionen de verdad.

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La nueva movilidad ecológica de Europa: menos vuelos nacionales, ahora se viaja en tren
Aunque Europa es hoy uno de los lugares menos contaminantes del planeta, aún queda mucho por hacer para cambiar nuestro estilo de vida de forma verdaderamente ecológica. Afortunadamente, la prosperidad económica de la que goza el Continente permite a la gente centrarse en estos aspectos mucho más que en otros lugares. La tendencia de los últimos años, que comenzó gracias a la iniciativa "Flight shame" en 2018, es reducir los vuelos nacionales, prefiriendo en su lugar otras formas más ecológicas de viajar, como el tren o car sharing. De hecho, los vuelos de corta distancia dentro de las fronteras nacionales son una forma terriblemente contaminante de viajar, por lo que los europeos buscan otras soluciones. Muchos países, al leer las estadísticas, están poniendo en marcha incentivos y ya se observan cambios significativos de comportamiento. De hecho, en la mayoría de los Estados europeos ya se observa una notable disminución de los vuelos nacionales en comparación con el pasado. Con todo ello, el Viejo Continente sigue confirmándose como el lugar perfecto para que las políticas activas verdes funcionen de verdad.
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Los europeos se pasan al verde
El bienestar económico y social que en general experimenta Europa está permitiendo a los ciudadanos desarrollar una nueva mentalidad ecológica, sobre todo cuando se trata de viajes de corta distancia. De hecho, en los últimos años está surgiendo una nueva tendencia, ya que los viajeros del Viejo Continente tienden a preferir el tren, u otros medios sostenibles, para desplazarse dentro de las fronteras nacionales, en lugar del avión, un medio quizá más barato y rápido pero también mucho más contaminante
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El movimiento "Flight Shame"
Con el fin de disuadir a la gente de tomar vuelos nacionales de corta distancia para viajar, en 2018 nació en Suecia el momento "Flight Shame". El objetivo de esta nueva movilidad ecológica, por supuesto, es reducir las emisiones de dióxido de carbono y combatir el cambio climático en la medida de lo posible.
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Los datos de Eurocontrol
Eurocontrol es una organización civil-militar paneuropea dedicada a apoyar la aviación europea. Sus datos, recogidos en 2022, indican una gran reducción de los vuelos nacionales en favor, por ejemplo, del ferrocarril. Por poner algunos ejemplos, en Alemania despegaron un 38% menos de vuelos nacionales que en 2019. En Lituania y Finlandia disminuyeron un 38% y un 35%, respectivamente.
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Los países más virtuosos de la Unión Europea
Estas cifras muestran que Alemania, Finlandia y Lituania son los países más virtuosos de Europa para el descenso de los vuelos nacionales de corta distancia. A estos tres se les une Ucrania, con una caída del 87% entre 2019 y 2022. Obviamente, la terrible guerra contra Rusia, que está devastando el país y sus infraestructuras, también influye en estas cifras.
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Una tendencia a la baja en todo el continente
El Reino Unido registró un descenso del 25% en los vuelos nacionales. Austria (-32%), Suecia (-27%), Suiza (-20%), Croacia (-19%) e Irlanda (-17%) también registraron descensos significativos.
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Hungría, única camiseta negra de Europa
Un 15% fue el descenso registrado por Francia en el periodo considerado. España y Portugal también registraron un descenso de los vuelos nacionales, del 7% y el 6%, respectivamente. La Hungría de Orban es actualmente el único país de la eurozona que ha registrado un aumento de los vuelos nacionales, donde han aumentado un 56% desde 2019.
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El mérito no es sólo de los ciudadanos
La tendencia hacia un estilo de vida más ecológico, especialmente en lo que se refiere a los viajes, no es atribuible únicamente a las cualidades y virtudes de los ciudadanos europeos. De hecho, los Estados también están haciendo grandes esfuerzos, junto con la Comisión Europea, para aplicar políticas activas e incentivos que disuadan a la gente de coger vuelos nacionales de corta distancia. De momento, parece que esto funciona bastante bien.
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Las políticas activas de Alemania y Francia
Para profundizar en este tema, baste decir que Alemania ha introducido un abono de transporte público con descuento, que ofrece a los viajeros un uso ilimitado del transporte local y regional por sólo 9 euros al mes. O que España ha invertido más de 700 millones de euros en un plan que ofrece billetes gratuitos a los viajeros de larga y corta distancia.
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La dura realidad de Eurocontrol, no es oro todo lo que reluce
Observando las frías cifras, y leyendo el informe, se lee que en 2022 se produjo un descenso global del 16,7%, lo que corresponde a 4.989 vuelos diarios menos en la red. Sin embargo, los datos muestran cómo en 2029 las cifras podrían volver a los niveles anteriores a la pandemia.
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La conveniencia del tren frente al avión
La reestructuración de las rutas ferroviarias europeas está contribuyendo a descubrir este medio de transporte. Además, es muy fácil calcular las emisiones de los aviones, e igual de fácil es darse cuenta de lo desproporcionadas que son. Por ejemplo, según la calculadora de emisiones de los vuelos, un vuelo de ida y vuelta en clase turista de Londres a New York emite unas 1,48 toneladas de CO2 por pasajero, más del doble de la producción media de una persona en Ghana en todo un año.
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22/06/2024
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